Alejandra Martos Figueroa lleva dos décadas trabajando como restauradora de arte en el Museo Thyssen. Por sus manos han pasado cuadros emblemáticos firmados por Kirchner, Degas o Carpaccio, que le han hecho quedar atrapada por una de las profesiones más bonitas del mundo, en sus palabras. Hija de dos personalidades conocidas, como Raphael y Natalia Figueroa, ha sabido mantener el anonimato y poner en práctica las enseñanzas de sus padres: ser buena persona y trabajadora tenaz.

VIDEO WEB

VERSIÓN REEL PARA SOCIAL

POR: SANDRA MUÑOZ | VÍDEO: D.PASKU | FOTOS: XIMENA Y SERGIO

You may also like

Back to Top